Justicia transformadora frente a justicia retributiva

Frente a esta justicia retributiva que imparte el Estado, en la cual ante un daño, falta o crimen se fija una pena y donde todo el proceso queda delegado en una institución en la cual no llegamos a saber muy bien qué pasa, una institución con siglos de historia y heredera de una ilustración burguesa con intereses (neo)liberales y capitalistas, ¿Y qué hacemos con los violadores? plantea la alternativa de una justicia transformadora. Este tipo de justicia, que bien podría acercarse a lo que Bakunin llamaba justicia humana, bebe de algunas prácticas indígenas (como por ejemplo las Juntas de Buen Gobierno y las Comisiones de Honor y Justicia zapatistas), el trabajo de mediación y la justicia restaurativa.

La justicia restaurativa pone el foco en las necesidades de las personas que han sufrido un daño y también en las que lo han ejercido, rehusando del castigo y del cumplimiento de principios legales abstractos.

De la teoría a la práctica desde lo común

Ahora se busca que la agredida se sienta lo más cómoda posible, se forma un grupo cercano a ella para saber cómo se siente y qué necesidades tiene, y dependiendo de esto así se hace: “Si no puede convivir en el mismo espacio la persona que ha cometido la agresión, tiene que marcharse del proyecto; sí que buscamos que haya un cambio, que la persona acepte lo que ha hecho y que haga un proceso de ‘sanación’ para que cambie y pueda volver al espacio, aunque no siempre hemos tenido fuerza para hacer esto”

Un artefacto-guía

Es una guía de trabajo que abre el camino para el diálogo, del cual podemos coger o desechar planteamientos, pero que nos hace mirar otras experiencias desde la acumulación de saberes.