«Quedó claro en el análisis, que los gobiernos fascistas, especialmente el gobierno turco encabezado por Recep Tayyip Erdoğan, al no poder doblegar la resistencia de las mujeres y el pueblo de Kurdistán, apelan cada vez a mayor crueldad, incluso a la utilización de armas químicas, que está prohibido expresamente por tratados internacionales»